El último adiós

Foto: Edgar del Razo Morales
Foto: Edgar del Razo Morales

La identidad y herencia de un pueblo

En las localidades del municipio de Panotla, prevalecen aun muchas de nuestras raíces y costumbres como sociedad, aunque cuenta con 9 comunidades, solo una esta considerada como de usos y costumbres, de las 94 que están registradas en Tlaxcala, nos referimos a San Mateo Huexoyucan, sin embargo, esto no quiere decir que las demás hayan perdido esa usanza, por el contrario se conservan a través de los siglos, tal el caso de la emblemática comunidad de San Tadeo Huiloapan.

Dicho sea de paso, es la única localidad en el estado de Tlaxcala, que ostenta dos cosas únicas que ninguna otra comunidad tiene, son el reloj de autómatas y el templo en honor a San Judas Tadeo, exclusivos de Huiloapan; lo mencionamos a colación ya que estamos en vísperas de la llegada al estado, de las reliquias de primer grado, de este discípulo de Jesús, a quien se le pide protección y apoyo en las causas difíciles.

Tal vez algunos consideren al método de usos y costumbres, como que debe ser algo obligado en los pueblos, pero en algunos se han perdido muchas tradiciones, usos y costumbres herencia de nuestros ancestros, que nos daban identidad, sobre todo el crecimiento de la mancha urbana, la migración misma, provoca que muchos de estos rituales desaparezcan, pero gracias a esas costumbres, que son realmente un conjunto de reglas, que deben seguir los habitantes de un pueblo para el bien común, aunque existe cierta tolerancia dentro de una sana armonía social.

Huiloapan, es una de las comunidades que se niega a perder esas tradiciones, heredadas de sus antepasados a través de los siglos, algo que impacta a toda familia, es la perdida de un ser amado, pero cuando se tiene todo el apoyo de comunidad misma es más llevadero, el pasado 21 de agosto, presenciamos un ritual donde intervienen tanto los deudos de la persona fallecida, autoridades de comunidad en turno, cuadro de la iglesia, comisión de obras y materiales y comisión de monte.

Los deudos al dar aviso del fallecimiento de un familiar, ante el presidente de la comunidad, éste citará a las comisiones a estar presente a las 7 de la mañana del día acordado, siempre debe ser a las 7 horas, se decía que debía ser al despunte del alba, aunque ahora a esa hora el sol ha salido en su totalidad y es visible en el horizonte, esto según la historia oral para evitar que otra persona falleciera, si se hacía antes de salir el sol, el representante de la comisión de obras, le marcará el lugar donde abran de reposar los restos del fallecido, según el orden de las sepulturas, a excepción que quieran sepultarlo con algún otro familiar, siempre que este cumpla con al menos 10 años de su muerte.

Estando de acuerdo todos los asistentes, el presidente la localidad en este caso el C. Santiago Torres Pérez, inicia dando el pésame a los familiares, así mimo lo hacen quienes conforman el llamado cuadro de la iglesia, de una manera muy respetuosa, en esta ocasión hablo el C. Lorenzo Torres Rodríguez, dando palabras de aliento y apoyo, lo cual el C. Oscar García Pérez hijo de la difunta, quien en vida se llamó Ma. Isidra N, agradecen todo el apoyo otorgado por los ahí presentes.

Una vez hecho lo anterior, el presidente de comunidad, indica al secretario de la comisión de obras y materiales, para que marque el lugar donde se habrá de abrir la sepultura, siguiendo el ancestral ritual, regresan a la presidencia de comunidad, donde los dolientes les ofrecen a los asistentes un modesto refrigerio, como muestra de reciprocidad, nuevamente agradeciendo el gesto las comisiones presentes.

Posteriormente se trasladan uno de los recintos de la iglesia, donde los integrantes del cuadro de la iglesia, les entregan a los deudos la bandera de luto, (color negro cuando es adulto y blanca cuando es un infante), la cual los acompañara del hogar de la difunta, a la misa de cuerpo presente, después hasta el panteón de la localidad, la misma que debe encabezar el cortejo fúnebre, en algunos casos de ser necesario también les es entregado el paño de ánimas, para cubrir el cuerpo, si ha fallecido en casa, mientras tanto se tiene el féretro.

Dentro de los objetos litúrgicos, que se les facilitan en calidad de préstamo, están también cuatro candeleros y cirios, los que sean necesarios mientras duren las exequias, que normalmente son nueve días, en estas costumbres casi la mayoría de las comisiones se ve involucrada, el presidente de comunidad Santiago Torres Pérez, menciona que, dentro de estas costumbres, la comisión de monte les otorga el permiso para derribar un árbol, que la misma selecciona como una ayuda a los dolientes.

Este árbol muerto, se selecciona en los bosques que rodean la mancha urbana, buscando siempre el más cercano, dependiendo el barrio donde estén llevando a cabo las exequias, esta costumbre y tradición ha sido trasmitida a lo largo de las generaciones de esa emblemática localidad, perteneciente al municipio de Panotla.

Nuestro agradecimiento especial a Oscar García Pérez y a su familia, por permitirnos estar presentes en las reuniones que se llevaron a cabo, para ser testigos de la gran solemnidad y respeto, con que los participantes intervienen, lo cual nos ayuda para el registro de la micro historia de nuestros pueblos, sobre todo de nuestra gente, que seguros estamos que esta herencia permanecerá intacta a través de los años, como hasta ahora.

De igual forma agradecemos al presidente de comunidad Santiago Torres Pérez, al señor Julio Juárez Torres, secretario de la comisión de obras y materiales, al cuadro de la iglesia quienes muy amables nos brindaron, gran aportación de datos, para la elaboración de esta crónica a través del señor Lorenzo Torres Rodríguez, a todos gracias porque de ellos depende dejar el legado a las nuevas generaciones, preservando nuestras raíces y tradiciones de mi pueblo.

Respetuosamente: Edgar del Razo Morales, Cronista Municipal de Panotla

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