Entre cempasúchil, ceras y copal

David Pérez Paredes, 5/o. Grado Primaria Ignacio Allende de San Francisco Cuexcontzi, Cuapiaxtla.

El tañer de las campanas, anuncia el reencuentro espiritual

En el templo de San Ambrosio Texantla, las campanas anunciaban una tradición ancestral, su repique marcaba así el inicio del rescate de las tradiciones olvidadas por algunas generaciones, en esta comunidad del municipio de Panotla, esa noche del 31 de octubre donde un viento frio se dejaba sentir, solo el calor de las ceras, veladoras, pero sobre todo el calor de las personas que se daban cita para recordar a sus muertos, era capaz de mitigar, como según la historia oral, se hacía hace varios años.

Era la víspera del día de todos los santos, según el calendario católico, cuando se desarrollaba una actividad escolar muy importante, la cual haría recordar a los más longevos de esa comunidad llena de historia y misticismo, cuando se velaban a los muertos en sus sepulturas, cuando se degustaban los alimentos y bebidas en el lugar, con la firme creencia que las almas de sus fallecidos, se encontrarían disfrutándolos, al mismo tiempo que ellos lo hacían.

La comunidad escolar de la primaria Benito Juárez, que dirige la directora profesora Ariadna Bautista Cortés, serían los encargados de realizar un gran evento, el cempasúchil decoro las sepulturas, a medias luces entre ceras y veladoras, se colocaron ofrendas con alimentos tradicionales de la gastronomía local, no podía faltar el mitológico pan de muerto, que se conoció después de la conquista española, copal, sahumerios y en fin esa mezcla mística de lo prehispánico y lo europeo, para dar vida a lo que actualmente se plasma en cada ofrenda a nuestros seres queridos.

La majestuosidad y toque prehispánico del evento, llego con el ancestral sonido del caracol y el Huehuetl, que se escuchaba a lo lejos entre los cerros que celosamente resguardan la localidad, acompañado en lo íntimo en perfecta sincronía, con el aroma del copal, haciendo la reverencia con todo respeto a los 4 puntos cardinales, por donde el sol sale región de Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, al lugar por donde desciende el sol lugar de la venerada señora del maguey, al lugar donde duerme el sol lugar del viento de obsidiana, lugar de las espinas luminosas donde posa el sol a mitad del cielo, y venerando a la madre tierra.

Dentro del nuevo modelo educativo, están consideradas, costumbres, tradiciones, celebraciones y conmemoraciones, pero también se cuestionan como es que han cambiado con el paso del tiempo, aunque para responder a esta pregunta influyen varios factores, desde la índole política, es decir nacional, estatal, municipal, de comunidad y muchas veces hasta por barrios y colonias, incluso calles, pero siempre convergen en la escuela, es decir en la orientación de los instructores escolares, los maestros.

Justamente son estas actividades escolares, que generan una gran tormenta de dudas e inquietudes de los pequeños, generando un cúmulo de preguntas a sus padres y abuelos principalmente, queriendo saber, porque hay cosas que pasan al olvido, cuando muchas de ellas marcaban su identidad, cortando de tajo la herencia cultural familiar.

En ese justo reconocimiento, para aquellos instructores escolares que, mediante estas actividades, que sin importar la región donde laboran, siempre su vocación es la de servir enseñando, las costumbres que realizan los pobladores de una manera frecuente, como ésta, motivo de nuestra crónica, algunos celebran visitando el 31 de octubre a sus seres queridos fallecidos en sus sepulturas, la gran mayoría tiende a poner sus altares y ofrendas en sus hogares, como puntual tradición mexicana.

El profesor David Pérez Paredes, originario de Tezoquipan, quien tiene a su cargo el quinto grado en la escuela primaria Ignacio Allende, en la comunidad de San Francisco Cuexcontzi, del municipio de Cuapiaxtla, donde coordinado con sus alumnos y padres de familia, colocaron una ofrenda escolar, haciendo énfasis en las tradiciones mexicanas que tienen sus raíces prehispánicas, ya que originalmente se rendía tributo a la muerte en la última semana de octubre hasta los primeros días de noviembre.

Relatándoles en la parte histórica a sus alumnos, que la muerte era concebida como el inicio del viaje al Mictlán (lugar de muertos), viaje durante el cual se cree que el alma del difunto tenía que pasar varios obstáculos, hasta llegar a la presencia de Mictlantecuhtli (Señor de los muertos) y de Mictecacíhuatl (Señora de los muertos) dioses del Mictlán, donde al llegar se les debía hacer una ofrenda para conseguir el descanso eterno.

Pérez Paredes, mencionó que lo busca en sus alumnos es conservar estas manifestaciones tradicionales, por muchos años, así como sus abuelas y abuelos se las transmitieron a sus papás, sus padres a ellos, mencionándoles que será su obligación, transmitirlas a sus hijos e hijas; y propiciar que siga este sistema de herencia familiar por muchos años.

Aunque en la actualidad, lo que se ha convertido en tradicional para estas fechas de todos los santos, es la mundialmente conocida actualmente como “la catrina” forjando así los usos, costumbres y tradiciones, que dan vida a Raíces y Tradiciones de mi Pueblo.

Respetuosamente

Edgar del Razo Morales, Cronista Municipal.

Ariadna Bautista Cortés
Ariadna Bautista Cortés
Ariadna Bautista Cortés
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