La herencia del abuelo

Toponimia, tierras y cultura

Mientras escuchábamos hablar a los abuelos, cuando se referían a las tierras que habían heredado de su padres y abuelos a través de generaciones, al oír pronunciar el nombre donde se ubicaba, la mayoría nombres prehispánicos, jamás imaginamos que esa herencia también seria cultural, es decir también heredaron la toponimia, que aún se siguen utilizando en referencia al predio o lugar, solo hace falta echar un vistazo en los registros del impuesto predial de los ayuntamientos, o bien el registro público de la propiedad, por mencionar algunos.

Cabe mencionar para enriquecer nuestro contenido que, los aspectos topónimos pueden ser clasificados de acuerdo a su manera de referirse al lugar, es decir un topónimo es el que describe o enumera alguna característica física del lugar, el cual resulta primordialmente sobresaliente o relevante, otro topónimo puede tener los nombres de personas antropónimos, es decir el nombre propio de una persona, o derivados de ellos, generalmente procedentes de nombres comunes antiguos que, con el transcurso del tiempo o evoluciones lingüísticas de los territorios han deja de entenderse o va dejando de nombrarse perdiéndose así en la historia oral, el nombre original prehispánico.

En las comunidades del municipio de Panotla, persisten muchos de estos topónimos y antropónimos, si mencionamos los rumbos de Temaxcaltitla, Topanixpan, Topoyantitla, Tianquitzinco, Tepuente, Contla o Duraznohtitla, tal vez no nos diga nada y pensamos que son lugares distantes, sin embargo, estos se encuentran en la cabecera municipal de Panotla.

Estos eran nombrados por los antiguos pobladores, el origen de las palabras de lugar dependía primordialmente de diversos motivos, tales como la forma del terreno, la piedra, las plantas los animales los dioses, y diosas, los colores, las aguas, los hombres y mujeres, los cultivos la vida social, héroes, caminos, los topónimos usualmente tienen que ver con la forma o la apariencia física del paisaje, donde se sitúa el referente de los topónimos.

Algunos ejemplos más, donde quizá tu ya has estado sin darte cuenta, pero esperamos tener toda la información necesaria, para poder mapear y poder ubicar lugar por lugar, hasta lograr tener, un mapa con los nombres prehispánicos de cada pueblo, con sus predios de labranza, incluyendo los que ya han sido devorados por la mancha urbana.

Mientras tanto, consideren que muchos de estos nombres pueden coincidir con los de otros municipios, incluso estados, ya que, en aquellos tiempos, los paisajes naturales de la zona tenían mucha similitud entre sí, mencionaremos algunos más, con sus respectivos pueblos conocidos, como Tetlocaya, Tlatenhco, Tetlicayac, Tezitla, Cuapantla, Chichapanteco, Cohacola, estos ubicados en la legendaria comunidad de San Mateo Huexoyucan.

Atlactenco, Tlamonto, Tlacomulco, Capulchicil, Tlayeca, Tatalacatla, Torrestla, Torretexcatl, que se encuentran en San Tadeo Huiloapan, en Santa Cruz Techachalco encontramos nombres como Tepetatlali, Temaxcaltitla, Techachalispa, Tepetatlale, Llanoxtla, Xachala, en San Ambrosio Texantla encontramos sitios con los nombres de Atecaxi, Ayotepetzintla, Tetelzinco, Tlatlayeca, Chimalpa, Quila, en San Francisco Temetzontla, solo por mencionar algunos Apatenco, Tlacahuixco, Tecoac, Tezoquipan, Tetelco, Tepetlapa, Texaminiquelco, Tlacoya, Cuatlaixco, Mexochitecatitla.

En San Jorge Tezoquipan, Acatitlanolco, Analco, Chichicazac, Chimalacatitla, Teopalcalixpan, Tepalca, Xaltipa, Zacatzontitla, en la localidad de Jesús Acatitla, localizamos a Ateticpan, Azomiatla, Tezoquite,

Como pueden ver en algunos lugares, existen nombres como conocidos como Contla, Tecoac, Tezoquipan (en Texantla), esto es porque los pobladores, que dieron nombre o asignaron estas toponimias, lo hacían observando las características propias del entorno, considerando todo lo que a su alrededor existía, debemos tener en cuenta que tal vez muchas de esas características han desaparecido, construcción de carreteras, escuelas y otras tantas absorbidas por la mancha urbana, aunque es innegable que la herencia de tierras entre familias, también es cultural.

Respetuosamente

Edgar del Razo Morales, Cronista del municipal

 

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