Victorio Meneses, Capitán 2/o. excepcional revolucionario
Que sucedía en Panotla, un día como hoy 15 de octubre pero de 1912
289 En el año de 1891, en el pueblo de San Jorge Tezoquipan, estado de Tlaxcala, en la familia del señor Miguel Meneses, su hija Eusebia tuvo un hijo al que bautizó con el nombre de Victorio. Estudio en la escuela de su pueblo y a la edad de 14 años se involucró en asuntos políticos de su comunidad, ya que trataba de mejorar la administración política. En 1910, cuando tenía 19 años, aceptó los ideales de Francisco I. Madero. Desde el momento en que las fuerzas de Cahuantzi reprimieron a los maderistas, Victorio Meneses abandonó su pueblo.
319 El señor Victorio Meneses fue parte integrante de las tropas del general Benigno Zenteno, y cuando se dio el triunfo de la causa maderista, el Apóstol de la Democracia ordenó que todos los revolucionarios dejaran las armas y regresaran a sus labores del campo.
Muchos obedecieron de buena voluntad y otros sin ella, pero cumplieron; uno de ellos fue Victorio Meneses, quien, a pesar de haber dejado las armas, fue objeto de persecución y encarcelamiento. No obstante, como las autoridades maderistas no lograron comprobarle hecho delictuoso alguno, lo pusieron en libertad. Ahora bien, como sufría constantes acosos, al final de la administración maderista tomó partido por los grupos inconformes con Madero.320
Tras el asesinato de Francisco I. Madero, Victorio Meneses se levantó en armas, reclutó simpatizantes y libró combates parciales para obtener armas y dinero; realizó varias transacciones con algunos hacendados de Tlaxcala. Una vez se dirigió con él Guillermo Carbajal, hijo del hacendado Ricardo Carbajal, con quien concertó una cita; para ello dejó parte de su tropa en la región de los volcanes, y con una pequeña escolta fue a la hacienda, Santa Marta del municipio de Panotla, adelantándose unos días a la cita establecida, Guillermo Carbajal había convencido a su padre, para que proporcionara armas y parque al revolucionario.
Victorio Meneses y su escolta acamparon cerca de la hacienda con la intención de descansar un poco de las campañas, pero “un día de tantos al estar limpiando una carabina se le disparo y en lugar de salir la bala como era debido, reventó el cartucho quemándole la cara por lo que quedo malo de la vista, luego se le proporciono medicina lo mejor que pudieron”.
Recién ocurrió el accidente, llegó un emisario al campamento con la noticia de los señores Carbajal decían que podía ir a la hacienda, “pero su señora madre y algunos de los que tomamos empeño de medicinarlo le hicimos observar que como estaba era imposible fuera a tratar su asunto falto como estaba de la vista”; como no se encontraba bien, Meneses resolvió no acudir a la cita, esperando recobrar su salud.
Una vez que se recuperó, y para evitar ser sorprendido por los espías del gobierno, Victorio Meneses citó el día 15 de octubre de 1912 a los hacendados a las cuatro de la tarde en su hacienda. Se dirigió al lugar de reunión y se detuvo a un kilómetro de la hacienda. Sin embargo, se anticipó a la hora indicada y envió a una comisión que fue desconocida por los hacendados, ya que los hermanos de Guillermo Carbajal ignoraban los tratos y “recibieron a la comisión a balazos, muriendo uno de la comisión allí mismo y el otro herido, salió de la hacienda y fue a morir hasta una barranca del cerro nombrado Celicatzi, extraviado por supuesto, porque se encontró hasta después de un mes de lo acontecido”.
En cuanto escuchó los disparos y aún medio ciego, Meneses se dirigió a la hacienda, pero ahí se encontraba, en un torreón, Gustavo Carvajal, hermano de Guillermo, quien al ver al revolucionario hizo un disparo que le atravesó el corazón a Meneses; pero el agonízate “todavía disparo su arma sin ver a quién y dio la vuelta para retirarse caminando todavía 15 metros”, donde cayó muerto.
Su tropa que era escasa, pero ante los acontecimientos, se batió contra la gente de la hacienda, aunque tuvo que retirarse, perseguida por “los patrones, albañiles y aun varios intrusos que mirando fácil el triunfo se la echaron de valientes”. A las cuatro de la tarde, llegaron los señores Ricardo y Guillermo Carbajal.
Al ver lo sucedido, el señor Ricardo increpó duramente a quienes habían disparado contra los revolucionarios, pero ya no podía hacer nada, y de esta manera terminó la trayectoria del guerrillero Victorio Meneses, a los 21 años de edad. MRAHT. Fondo Andrés Angulo. Expediente de Victorio Meneses.
Otros hechos relevantes en los que se vio involucrado Victorio Meneses
275 Encontramos datos como este, que nos dice que, los subordinados de Zenteno, antes y después de la toma de Texmelucan, eran Eduardo Reyes, Benjamín Rodríguez, Cristóbal Madrid, José N. Quechol, Ricardo Luna Morales, Joaquín Corichi, Bartolo González, Ascensión Muñoz, Severino Pulido, Antonio Pulido, Victorio Meneses, Edmundo Bazán, Francisco Artigas, Ruperto Torres, Ricardo Coyotl, Cándido Dorantes, Pedro Brito, Ascensión Minero, Federico Aragón, Pascual Huchaler, Magdaleno Paredes, Pedro Cuapio Juan Cantor; también tenía simpatizantes del pueblo de Tezoquipan, como Juan Meneses, Natividad Pérez, Andrés Cedillo y Gabino Pérez Hernández. MRAHT. Expediente de Benigno Zenteno.
A principios de mayo de 1911, se realizaron diversas sublevaciones en Tlaxcala; una de ellas ocurrió en el pueblo de Tepetitla, municipio de Lardizábal, encabezada por Benigno Zenteno, acompañado por Antonio y Severino Pulido, y Victorio Meneses; las gavillas de diez integrantes tomaron hacia los volcanes y salieron fuerzas del gobierno a batirlos, pero no los alcanzaron. Al finalizar el mes, las tropas de Zenteno, en las que iba Victorio Meneses, se dirigían a ocupar la plaza de Tlaxcala. Acamparon en la hacienda La Virgen, propiedad de Ricardo Carbajal, ubicada en el municipio de Panotla. MRAHT. Fondo Andrés Angulo. Biografía de Victorio Meneses
En los primeros días del mes de febrero de 1911,233 un grupo de maderistas de La Trinidad Tepehitec, Santa Apolonia Teacalco, San Damián Texoloc, San Jorge Tezoquipan, La Trinidad Tenexyecac y San Lucas Cuauhtelulpan, organizados por Diego Sánchez, se reunieron por la noche en terrenos de la Hacienda de “San Juan Mixco”, con el objeto de recibir instrucciones y preparar un levantamiento; Sánchez comunicó a sus compañeros que en su viaje al norte de México se había entrevistado con Francisco I. Madero, quien le proporcionó una cantidad considerable de dinero para comprar caballos, armas y parque.
En esa junta se entregó a Victorio Meneses la cantidad de $200.00 para comprar caballos, armas y parque; 234 otros simpatizantes también recibieron distintas sumas de dinero para llevar a cabo la misma operación y se determinó que se alzarían en la noche del 7 de febrero de 1911.
En la fecha señalada, a las 12 de la noche, Diego Sánchez llegó a Tezoquipan con un individuo llamado Saturnino, originario de San Pedro y que fungía como el segundo al mando; además lo acompañaban 22 hombres armados. La presencia de los revolucionarios perturbó a la población y un vecino tocó las campanas del pueblo en señal de alarma, pronto se reunió el vecindario creyendo que eran bandoleros, pero éstos se identificaron y se sumaron al grupo 25 hombres más.
En Tezoquipan se acordó la detención de Victorio Meneses por haberse gastado el dinero “en francachelas”, pero en realidad ya estaba enrolado en las fuerzas de Benigno Zenteno y lo más seguro es que hubiera utilizado el dinero para este último.
El grupo decidió marchar a San Martin Texmelucan y a la mitad del camino, en el punto denominado “El Salado”, hizo una alto para organizarse y decidir a qué pueblo o hacienda incursionaría en búsqueda de armas. “Victorio Meneses que aunque prisionero, se le consideraba como compañero”, propuso que se deberían dirigir al rancho de “La Soledad”, propiedad del diputado Gumersindo Calderón, pues en la hacienda había caballos, pistolas, carabinas y parque.
Aunque Diego Sánchez fue el organizador, los documentos señalan que los rebeldes trataron de elegir un jefe para remontarse a La Malintzi después de la incursión “pero se pasó la noche y nadie resolvió hacer nuevo jefe”.238
Los rebeldes se trasladaron a la finca; cuando llegaron, tocaron el zaguán, pero el dueño abrió las ventanas y los insultó; luego subieron a la azotea junto con sus hijos y empleados, y abrieron fuego. Esto provocó que los rebeldes derribaran el zaguán, entraran a la finca, destrozaran las puertas de las habitaciones, saquearan la finca y asesinaran al dueño y a su esposa. Los hijos del hacendado lograron escapar refugiándose en el campo; “finalmente se
prendió fuego al rancho y las hijas fueron victimadas”, seguramente seguiremos encontrando más información, la cual compartiremos por este medio…
No cabe duda que este destacado revolucionario a su corta edad, dejo grabado su nombre en la historia del municipio de Panotla y su tierra natal San Jorge Tezoquipan, población donde en su honor se nombro una calle como Victorio Meneses, un dato curioso, la bocacalle quedo frente al lugar donde se encontraba su hogar, en la calle México Tlaxcala
Respetuosamente
Edgar del Razo Morales
Fuente: Tesis para obtener el título de Doctor en Historia y Estudios Regionales, la cual presento Guillermo Alberto Xelhuantzi Ramírez, ante el Instituto de Investigaciones Histórico Sociales de la Universidad Veracruzana.
Debe estar conectado para enviar un comentario.